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jueves, 9 de enero de 2014

Amigo mío - Khalil Gibran

   Amigo mío... no soy el que tú crees. Mi aspecto externo no es otra cosa que un ropaje que llevo, una vestimenta cuidadosamente confeccionada que me protege de tus inquisitorias y a ti, de mi negligencia. 
   El "yo" que hay en mí, amigo mío, mora en la casa del silencio y allí ha de quedar para siempre, inadvertido, secreto. 
   No quisiera que creyeses en lo que digo ni que confiaras en lo que hago, pues mis palabras no son otra cosa que tus propios pensamientos, hechos sonido; mis acciones, son tus propias esperanzas hechas acto.
   Cuando dices: "El viento sopla hacia el este", digo: "Sí, siempre sopla hacia el este"; pues no quiero que sepas entonces que mi mente no mora en el viento, sino en el mar. 
   No puedes entender mis navegantes ideas, ni me interesa que así suceda. Prefiero estar solo en el mar. 
   Cuando es de día para ti, amigo mío, es de noche para mí; empero, aún entonces hablo de la luz del día que baila en las montañas y de las sombras purpúreas que se abren paso por los valles; pues no puedes oír los cánticos de mi oscuridad ni puedes apreciar mis alas que se agitan contra las estrellas, no me interesa que oigas ni que veas lo que pasa en mí, prefiero estar solo con la noche. 
   Cuando tú subes a tu Cielo, yo bajo a mi Averno. Aún entonces me llamas, a través del golfo infranqueable que nos separa: "¡Compañero! ¡Camarada!" Y te contesto: "¡Compañero" ¡Camarada!", porque no quiero que veas mi Averno: las llamas te dejarían ciego y el humo te ahogaría. Me gusta mi Averno; lo amo a tal punto que impido que lo visites. Prefiero estar solo en él.
   Tú amas la Verdad, la Belleza y lo Justo, yo, por complacerte, digo que está bien y finjo amar esas cosas. Pero en el fondo de mi corazón me río de tu amor por estas entidades. Sin embargo, no te dejo ver mi risa. Prefiero reír a solas.
   Amigo mío, eres noble, discreto y sensato; es más: eres perfecto. Y yo, por mi parte, hablo contigo con sensatez y discreción, mas... estoy loco. Sólo que enmascaro mi demencia. Prefiero estar loco a solas.
   Amigo mío, tú no eres mi amigo, mas ¿cómo hacer que lo entiendas? mi senda no es la tuya, sin embargo, caminamos juntos, tomados de la mano. 

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