Gotas de tristeza
y una canción vieja sonando
recaen sobre mi alma
me aventuran hacia una esperanza.
Una galera asomada;
apenas se ven sus velas.
Se acerca a la costa,
choca con la frontera.
¿Qué ocurriría si nos perdiéramos?
¿Cuándo se esconderá la salida?
Y en esta fricción de pensamientos
me siento cada vez más hundida.
Veo cuadrados en fila,
veo sangre, veo heridas.
Ya no sé cómo salir de este dolor
que se aviva y desmotiva.
Quisiera ser libre
y no tener nada en qué pensar.
Quisiera ser feliz
sin pensar en escapar
Ya pocos saben mirar
hablar, soñar
están muy ocupados
pensando en su bienestar.
A nadie le importa lo que pueda pasar.
Nadie se ocupa de vivir en comunidad.
Se les apagan las pasiones
mueren sin morir.
Adentrándome en mí voy a cruzar
esa línea de la que nadie quiere hablar
porque ésta peligrosa no es
pero la juzgan sin poderla ver.